La velocidad de crucero del automotor no supera los 30 km/h, es hora de disfrutar del mobiliario, congelado en el ambiente de los años 60.
En casi 60 kilómetros de una línea de ferrocarril centenaria, el Tren Rojo lleva a sus pasajeros desde el País Cátaro hasta las llanuras catalanas de Fenouillèdes, ofreciendo su mejor panorama.
Los bosques, los viñedos y la garriga comparten pendientes de montañas hasta las crestas rocosas calcáreas.