En marcha hacia el Sendero
Los paisajes desfilan bajo tus ojos. El sol inunda los viñedos. Una sonrisa se dibuja en tus labios.
Durban, en el corazón de Corbières. Aquí estás. Para ti, ¡el Sendero Cátaro comienza aquí! Lánzate a por el recorrido de las majestuosas «Ciudades de vértigo»: ¡Aguilar, Quéribus, Peyrepertuse…!
Unos pocos pasos te elevan por encima del pueblo de Durban y de su castillo. Gracias a sus callejones adoquinados, a sus pequeñas casas de piedra pegadas al peñasco y a su cascada de agua pura, este pueblo reúne todas las características de las villas mediterráneas. El aire marino sopla. El aroma del tomillo y de la garriga surge desde los macizos.