Orígenes del fuego
El 14 de agosto de 1898, la Cité de Carcassonne acogió a los «Cadets de Gascogne», la célebre compañía formada por personalidades eminentes de los círculos literarios, artísticos y políticos de la época.
La ciudad celebra en su honor una gran fiesta. Hay recreaciones históricas, bailes, banquetes, desfiles...
Y, al caer la noche y como broche de estas fiestas, la ciudad vieja y sus murallas se iluminan refulgentes.
Visitantes y habitantes de Carcassonne quedan completamente subyugados. Ante el éxito de este evento, el municipio decidió celebrarlo cada año.
Desde entonces, cada 14 de julio, fecha de la fiesta nacional francesa, la ciudad truena con explosiones de bombas y cohetes, el olor de la pólvora flota en el aire y el humo envuelve la ciudad.
Cientos de miles de personas se congregan a los pies de la ciudad para admirar el espectáculo, que se ha convertido en un ritual y en un evento imprescindible en el Aude y en toda Occitania.