No es casualidad que el Aude pueda vanagloriarse de poseer en su territorio no menos de 10 AOP, todas muy específicas, gracias a la inmensa diversidad de sus paisajes, suelos, climas y variedades. Prueba de la excelencia y del saber hacer de los viticultores locales.
Descubrir los vinos del Aude es descubrir ante todo a los que los crean y la promesa de encuentros sencillos y auténticos en medio de paisajes grandiosos…
Al oeste del Languedoc, en las suaves laderas de la Montagne Noire y a tan solo unos pocos kilómetros de la Cité de Carcassonne y del Canal du Midi, el Cabardès siempre ha sido un territorio específico situado entre este y oeste, norte y sur, hecho de montañas y valles pequeños, lluvia y sol. De esta diversidad nació un vino con personalidad fuerte.
Los vinos del Cabardès se caracterizan por sus colores intensos y profundos y por un perfil aromático complejo. En la nariz se desarrollan aromas de la garriga, especias (syrah), frutos rojas muy maduros (merlot) y notas de regaliz (cabernet). Los vinos tintos representan el 85 % de la producción y los rosados el 15 %.
La Clape es una antigua isla, caracterizada por sus altos acantilados calcáreos, sus cañones y valles pequeños cubiertos de pinares y robledales, que se extienden entre Narbonne y el Mediterráneo.
Este macizo forestal con un pasado glorioso es un sitio clasificado, que desataca por su encanto y su diversidad, su vegetación y su fauna protegidas. Situado en el parque regional de la Narbonnaise, también es un sitio de la red Natura 2000.
Además de ser un entorno natural excepcional, los viñedos sirven de cortafuegos naturales y algunas de sus partes han sido acondicionadas especialmente con este fin. ¡El vino de la Clape es el emblema de este macizo de colores vivos y de luz, y también está lleno de encantos por descubrir! La zona de producción de esta denominación de origen abarca 770 hectáreas, con numerosos productores, bodegas privadas y cooperativas de vino, muchas de las cuales se pueden visitar.
Los viticultores de la Clape prefieren la syrah, la monastrell y la garnacha para los tintos, y la bourboulenc (malvasía) para los blancos.
Con sus tres colores y sus diferencias, los vinos de las Corbières se dividen entre once regiones con una fuerte identidad. Y también una gran diversidad de variedades:
En cuanto a los blancos: Garnacha blanca, macabeo, bourboulenc -denominada en Corbières malvasía- marsanne, roussanne, vermentino o rolle, clairette, moscatel (máximo 10%), picapoll y terret blanco.
Cabe señalar que la denominación Corbières es actualmente en volumen la primera del Languedoc y la cuarta de Francia.Las Corbières se descubren fácilmente a través de cinco rutas temáticas: la ruta de las lagunas y el mar, la ruta de los sitios cátaros, la ruta del cru Bostenac, la ruta de Alarico y la ruta de Narbona a Lézignan-Corbières. ¡Cada una de ellas se puede recorrer en un día o más como, por ejemplo, una bonita idea de excursión de fin de semana!
Integrado en el corazón del macizo de las Corbières, el sector de Bostenac disfruta de uno de los terrenos de mejor calidad de las Corbières, lo que le ha valido la concesión de una denominación de origen propia. Este viñedo se extiende por diez municipios entre Lézignan-Corbières al norte y Thézan-des-Corbières al sur, alrededor de un pequeño macizo calcáreo.
Entre el Mediterráneo y el macizo de las Corbiéres se extienden cerca de 2600 hectáreas repartidas en dos entidades separadas de unos 30 kilómetros en nueve municipios (Cascastel – Caves – Fitou – La Palme – Leucate – Paziols – Treilles – Tuchan – Villeneuve les Corbières), en los que podrás conocer a sus productores y restauradores, los alojamientos en las fincas vitícolas y, por supuesto, todo su patrimonio (especialmente, el Sendero Cátaro o ruta cátara y los castillos medievales).
Tintos de gran calidad, el grado mínimo de estos vinos no debe ser inferior a 12° y el rendimiento por hectárea no debe exceder los 45 hectolitros.
Los Fitou, cuya denominación solo se concede a los vinos, cuyo envejecimiento en bodega supere los 5 meses, son vinos cálidos con el acento frutal de la garnacha. Estos vinos son muy estructurados y están dotados de un color denso con aromas de violeta y romero.
En 1531, en las bodegas de la abadía benedictina de Saint Hilaire, un monje constató que el vino que había embotellado y cerrado con un tapón de corcho «tenía espuma». ¡Hay burbujas en el vino de Limoux! ¡Acababa de nacer el primer brut del mundo! Así pues, desde el punto de vista histórico, el Blanquette de Limoux es el primer vino espumoso del mundo, precediendo así casi a un siglo a la aparición de los primeros champagnes.
La espuma del Blanquette de Limoux sigue siendo el signo de reconocimiento de Crémant, AOP desde 1990.
Los vinos A.O.P. Limoux es el resultado de la combinación sutil de las variedades Mauzac, Chardonnay y Chenin:
– Blanquette: Mauzac (90 % min.), Chenin, Chardonnay
– Crémant: Chardonnay y Chenin máx. 90 % ensamblaje, Mauzac y/o Pinot noir
– Limoux (vino tranquilo):
Mauzac, Chardonnay, Chenin
– Blanquette método ancestral: Mauzac (100 %)
Cada año por domingo Ramos se organiza el importante evento «Toqes et Clochers», consistente en la subasta de toneles de AOC Limoux, cuyos ingresos están destinados a la restauración del campanario de uno de los pueblos de la zona de denominación. Un evento a la vez popular, festivo y prestigioso.
Producidos en los alrededores de Montréal, al oeste de Carcassonne, en una zona de colinas calcáreas de relieve variado, los vinos de Malepère, únicamente tintos y rosados, se benefician de unas condiciones climáticas especialmente tónicas, gracias al clima suave marítimo y al calor mediterráneo.
El merlot noir es la variedad principal para el vino tinto, mientras que el cabernet franc es la variedad de uva dominante para los rosados. Son vinos poderosos, flexibles y amplios, con notas de frutos rojos y de vainilla, vinos de color rubí y aroma intenso. La tierra de Malepère cubre más de 500 hectáreas.
Hay 4 regiones en Malepère, cada una de las cuales con sus propias particularidades, tanto en lo relativo a los suelos, a las variedades y a los climas.
Es una tierra de colinas suaves, pueblos antiguos y valles, perfecta para disfrutar de unas bonitas excursiones desde Carcassonne hasta las puertas de Narbonne. Las viñas se extienden y se alargan hasta esa maravilla que es el Canal du Midi…
¡El Minervois es todo eso a la vez!
Reconocido como uno de los viñedos más antiguos de Europa, esta tierra siempre ha tenido una vocación vitícola, desde los griegos y los romanos. El Minervois da vinos de gran calidad, aptos para el envejecimiento.
Tintos, rosados y blancos madurados por el viento que ofrecen así una gama completa de sabores y aromas, gracias a las grandes variaciones climáticas y geológicas de este territorio con AOC desde 1985. Las variedades syrah, garnacha, cariñena, cinsault y monastrell se han aclimatado aquí perfectamente.
Muchas fincas vitivinícolas o «domaines», bodegas particulares y bodegas cooperativas producen vinos tintos, rosados blancos y moscatel para el gran placer de los expertos o de los simples aficionados… ¡No dudes en empujar la puerta de una bodega o de un «domaine»!
